Un equipo de investigadores de la Emory University (EE.UU.), coordinados por el español Raúl Andero Galí, sugiere que el gen OPRL1 regula el miedo y podría ser también clave en el síndrome de estrés post-traumático y, además, servir para el diseño de terapias para prevenir dicho trastorno.
Muchas personas que han sido víctimas de un atentado, un accidente automovilístico o han participado en un guerra se recuperan de las secuelas psicológicas; sin embargo, hay un grupo de personas que son incapaces, son los que sufren síndrome de estrés post-traumático, que afecta a su calidad de vida ya que continúan experimentando altos niveles de ansiedad y miedo meses, e incluso años, después del evento traumático. «Nosotros hemos identificado por primera vez la asociación del gen del miedo con este trastorno, que es un trastorno de ansiedad con alteraciones del miedo», explica el investigador.
A pesar de que hay otros genes que han sido involucrados previamente con alteraciones en el procesamiento del miedo en personas y animales, la novedad de este trabajo, que se publica en Science of Translational Medicine, es, según los investigadores, que «a partir de este gen, hemos descubierto una posible nueva vía para prevenir el desarrollo del trastorno de estrés postraumático. Y, aunque no hay todavía tratamientos aprobados, nuestros estudios señalan que en un futuro, mediante la administración de un fármaco a las pocas horas de haber experimentado un acontecimiento traumático, se podría evitar su aparición».
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Un saludo,
Adrián Infante Dionisio
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