Reflexionar sobre la muerte no tiene porqué provocar solo miedo, agresividad, desaliento y otras sensaciones negativas, como cabría esperar. De hecho, tiene también un efecto positivo en la psicología humana. Esto es lo que ha revelado la revisión de docenas de estudios al respecto, realizada por científicos de la Universidad de Missouri, en Estados Unidos.
Los datos arrojados han constatado que, en las situaciones en que se incrementa la conciencia de la muerte, como tras un atentado terrorista o una catástrofe natural, la gente reafirma los aspectos positivos del mundo, y se puede volver más pacífica, cooperativa y cuidadosa.
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Un saludo,
Adrián Infante Dionisio
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