Miles de trabajadores sufren a diario y en silencio los vaivenes de la vida laboral en Francia, uno de los países con más estrés y con una de las mayores tasas de suicidios asociadas al trabajo de Europa.
Entre las 7 de la tarde y las 11 de la noche del domingo los teléfonos de la plataforma de llamadas de Psya empiezan a echar humo. Ante la irremediable llegada del lunes, es cuando registran su pico de llamadas. A un lado de la línea, ciudadanos de a pie con crisis de angustia o de ansiedad. Al otro, un grupo de psicólogos trata de calmar a un rebaño que teme tanto al lobo que incluso algunos piensan en poner fin a sus días antes que ser devorados por el enemigo.
Una discusión con un jefe, un tropiezo con algún compañero de trabajo o la presión a la hora de cumplir los objetivos fijados por un exigente responsable son algunas de las razones que llevan al trabajador a buscar consuelo al otro lado del teléfono.
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Un saludo,
Adrián Infante
PD: Agradecimientos a "La Pulga" por hacer posible esta entrada.
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