Un estudio de la Universidad de Jacksonville y la Universidad de California-Davis (EE UU) asegura que los niños entienden que pensar de manera positiva les hace sentirse mejor. Incluso que el optimismo de los padres puede ayudar a los más pequeños a comprender cómo los pensamientos influyen en nuestro estado anímico.
Los investigadores trabajaron con 90 niños, a los que se les leyeron seis cuentos. Se trataba de ver cuál era su respuesta a las emociones de los personajes: tras experimentar algo positivo (conseguir un nuevo cachorro), negativo (derramar la leche), o ambiguo (reunión de un nuevo profesor).
El resultado fue que niños de solo 5 años entendían que la gente se siente mejor después de tener pensamientos positivos. De igual modo, ante las situaciones ambiguas de los cuentos, mostraron mayor conocimiento sobre la influencia de los pensamientos positivos. El estudio mostraba que los niños, a medida que crecen, comprenden más la relación entre emociones y sentimientos.
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Un saludo,
Adrián Infante
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