Aunque resulte paradójico, formar parte de un grupo social extenso es lo que nos hace únicos y es lo que, evolutivamente, propicia las diferencias y singularidades individuales.
Esto es lo que ha revelado un estudio realizado por científicos de la Universidad de California en los Ángeles (UCLA), en el que fueron analizados varios tipos de ardillas y roedores que conviven en grupos de diversa extensión.
Los resultados demostraron que el tamaño de la manada explicaría nada menos que el 88% de las variaciones vocales individuales. Estos resultados son extrapolables a otras especies fuertemente sociales, como los humanos, y explicarían porqué somos tan distintos unos de otros, afirman los científicos.
El artículo completo, aquí.
Un saludo,
Adrián Infante (4º Psicología; Administrador)
Esto es lo que ha revelado un estudio realizado por científicos de la Universidad de California en los Ángeles (UCLA), en el que fueron analizados varios tipos de ardillas y roedores que conviven en grupos de diversa extensión.
Los resultados demostraron que el tamaño de la manada explicaría nada menos que el 88% de las variaciones vocales individuales. Estos resultados son extrapolables a otras especies fuertemente sociales, como los humanos, y explicarían porqué somos tan distintos unos de otros, afirman los científicos.
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Adrián Infante (4º Psicología; Administrador)
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